La humedad que se genera dentro de la mascarilla ayuda a combatir enfermedades respiratorias, incluido el Covid-19
Al utilizar una mascarilla o respirador puede resultarnos molesta la humedad que se genera adentro al respirar, sin embargo, un nuevo estudio indica que la exposición a estos niveles de humedad podrían mitigar la gravedad de virus o enfermedades respiratorias.
Investigadores del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), indican que al hacer uso de una mascarilla o respirador aumenta sustancialmente la humedad en el aire que respira el usuario, lo cual favorece la función o aclaramiento mucociliar.
¿Qué es el aclaramiento mucociliar?
En la mucosa de las vías respiratorias encontramos unos vellos microscópicos, (más pequeños que la punta de un alfiler), llamados cilios. Estos actúan a manera de remo; barren más del 90% de las partículas contenidas en el aire que respiramos, llevándolas desde la nariz, hacia la faringe, donde son deglutidas de manera involuntaria.
La mayoría de las afectaciones de las vías respiratorias altas, incluyendo la infección de los senos paranasales, alergias y la contaminación ambiental, alteran la función mucociliar. Cuando esta función se ve afectada, se ralentiza el movimiento del moco y se retienen las secreciones que acumulan contaminantes, alérgenos y bacterias.
Por tanto, los cilios (responsables del aclaramiento mucociliar), resultan ser un mecanismo de defensa crucial contra infecciones de la nariz, senos paranasales y bronquios.
Relación con el Covid-19
El estudio, publicado en la revista científica Biophysical Journal concluye que además de favorecer la función anteriormente descrita, la humedad dentro de la mascarilla refuerza el sistema inmunológico al producir interferones, unas proteínas que atacan a los virus. Por tanto, el uso de la mascarilla o respirador ayudaría a proteger al organismo cuando se elevan los niveles de humedad.
Estos resultados sugieren una explicación al hallazgo documentado que indica que los usuarios infectados con el virus SARS-CoV-2 desarrollan la infección de menor gravedad cuando han hecho uso de una mascarilla, pues la hidratación del tracto respiratorio beneficia al sistema inmunológico.
Así se desarrolló el estudio
Los voluntarios participantes utilizaron 4 tipos de mascarillas, una mascarilla quirúrgica de tres capas, una mascarilla de algodón y poliéster de dos capas, una mascarilla de algodón pesado y un respirador N95, elemento con una capacidad de filtración de hasta del 95% de las partículas aéreas. Para asegurar que no hubiera fugas, las mascarillas se ajustaron contra la cara del voluntario utilizando gomaespuma de alta densidad.
Se dispuso de una cada de acero sellada, dentro de la cual los voluntarios debían respirar tanto con la mascarilla correspondiente puesta, como sin ella. Al no llevarla puesta, el vapor del aliento exhalado llenaba la caja, lo que elevaba rápidamente la humedad dentro de la caja.
Por el contrario, cuando la persona utilizaba la mascarilla asignada, la acumulación de humedad dentro de la caja disminuía considerablemente, debido a que la mayor parte del vapor de agua que quedaba atrapada en el interior de la mascarilla, esta se condensaba y se volvía a inhalar.
Esta medición se realizó a diferentes temperaturas que oscilaban desde los 7,7 a los 37 grados centígrados. Los resultados indicaron que los cuatro tipos de mascarillas aumentaron el nivel de humedad del aire inhalado, pero en diversos grados. A temperaturas más frías, los efectos humectantes de todas las mascarillas aumentan sustancialmente. Pero fue la mascarilla de algodón grueso la que consiguió los mayores niveles de humedad en el aire exhalado.
La mascarilla más efectiva y recomendaciones importantes
Los investigadores del estudio enfatizan en la importancia de utilizar una mascarilla o respirador aún después de aplicada la vacuna contra Covid-19, pues sigue siendo una de las medidas más efectivas para detener el contagio.
Aunque no se obtuvieron resultados relacionados a la efectividad de cada una de las mascarillas utilizadas, los científicos se apoyaron en las recomendaciones de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) de los Estados Unidos, quienes respaldan el uso de respiradores N95, no solo por ser los más eficientes en cuanto a capacidad de filtración, sino porque su perfecto ajuste facial evita escapes de aire.