Los respiradores N95 podrían detener la pandemia:
la importancia de seguir usando mascarillas y respiradores, aún después de la vacunación
Las vacunas contra Covid-19 han llegado ya a varios países de todo el mundo donde ya se ha iniciado un esquema de vacunación para toda la población. Israel, por ejemplo, cuenta con uno de los programas de vacunación más avanzados del mundo gracias a un acuerdo especial con la farmacéutica Pfizer, productora de la vacuna Pfizer/BioNtech; este programa de vacunación ha arrojado resultados del 92% de efectividad, muy cerca del 95% de efectividad que mostraron los ensayos de esta misma farmacéutica.
Por otro lado, en el continente europeo los programas de vacunación avanzan, pero persiste la preocupación por las variantes del virus Covid-19, lo que ha llevado a varios países a adaptar nuevas medidas como el uso obligatorio de respiradores N95 para la población en general, además de continuar con el programa establecido para inmunizar a la población.
La importancia de uso de mascarillas y respiradores
Pese al gran avance de la llegada de las vacunas y su implementación, medidas adoptadas desde el inicio de la pandemia, como el lavado de manos, el uso de mascarillas y respiradores, y el distanciamiento social, no solo siguen siendo importantes, sino vitalmente necesarias.
La vacunación no es una excusa para descuidar estas medidas, debido a que, aunque sabemos que las vacunas son buenas, no alcanzan a ser perfectas, y hay una considerable probabilidad de que las personas vacunadas no hayan desarrollado inmunidad a falta de las siguientes dosis. Por otro lado, aún no sabemos si las vacunas, pese a ser muy eficaces para prevenir la enfermedad y la muerte, también eviten el contagio asintomático que puede transmitir el virus a otras personas.
Un estudio en China reveló que la carga viral en las vías respiratorias superiores de las personas infectadas con el virus pero que no presentan síntomas, puede ser tan alta como la de las personas que sí los presenta. Si estas personas, bajan la guardia al creer que no están contagiadas, pueden ser transmisores del virus a decenas de personas a su alrededor, aún después de aplicada la vacuna.
Los respiradores N95 podrían detener la pandemia
El Dr. Abraar Karan, experto en salud del Hospital Brigham and Women’s y especialista de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, indica que el uso constante y masivo de respiradores N95 podría acabar con el coronavirus.
Por otro lado, Jeremy Howard, científico de la Universidad de San Francisco, publicó recientemente en PNAS, la revista arbitrada Proceedings of the National Academy of Sciences, un estudio sobre la efectividad del uso de mascarillas y respiradores para frenar el contagio de Covid-19. Los resultados no dan lugar a dudas:
Según Howard, «el uso de cualquier tipo de cubrebocas ayuda en gran medida a evitar el contagio accidental de otras personas, lo cual es importante para la comunidad y la economía. Aproximadamente la mitad de los contagios por coronavirus son transmitidos por personas que no saben que están enfermas, y la nueva variante es mucho más contagiosa.»
Por qué los respiradores N95 son los más efectivos
Howard también reitera que el implemento más efectivo para proteger al usuario y a las personas a su alrededor, son los respiradores N95, ya que son los únicos que cuentan con una lámina nasal que permite un sellado hermético y ajuste con elásticos detrás de la cabeza del usuario, además de su alta capacidad de filtración de partículas minúsculas contaminadas.
El respirador N95, o su homologación europea, respirador FFP2, es fabricado con un material con una carga electrostática que hace que las partículas queden adheridas a la tela del respirador. Si bien las partículas aéreas del virus pueden ser más pequeñas que los espacios entre las fibras de tela del respirador, la carga electrostática las atrae haciendo que queden atrapadas y no proliferen más allá del material. Esta es una característica fundamental que no cumplen ninguna mascarilla casera o de tela.