El uso de mascarillas y respiradores N95 podría atenuar los síntomas de contagio por COVID-19 y generar inmunidad
Así lo sugiere un estudio publicado por la prestigiosa revista New England Journal of Medicine en el cual se indica que el uso de mascarillas y respiradores, no solo previene el contagio de virus COVID-19 sino que, además, podría incluso inmunizar al usuario contra esta infección.
En el mes de marzo, cuando se empezaron a disparar los casos de contagio y la contención sanitaria de hizo casi insostenible, se contempló que el uso de mascarillas y respiradores podría ayudar a frenar sustancialmente la propagación a partir de pacientes presintomáticos o asintomáticos. Datos recientes demuestran que las infecciones por SARS-CoV-2 entre el personal de la salud disminuyeron después de que se implementó la medida universal del uso de mascarillas y respiradores a finales de ese mismo mes.
Variolación, una medida efectiva para debilitar el impacto de un virus
Hoy en día no sabemos la dosis que se necesita para ser contagiado de coronavirus, sin embargo, sí tenemos como referencia algunos casos donde se descubrió que, infectando a un paciente con pequeñas cantidades de determinado virus, se podría atenuar la sintomatología y provocar que su sistema inmunológico cree las defensas necesarias para contraatacar estos agentes patológicos hasta generar inmunidad.
Este método se conoce como variolación o inoculación y fue implementado para contrarrestar la propagación de la viruela. Su práctica consistía en administrar al paciente organismos vivos de esta infección y así crear inmunidad.
¿Podría ocurrir lo mismo con el COVID-19?
Según algunos estudios científicos, se podría debilitar la sintomatología provocada por el virus Covid-19 mediante el uso de mascarillas y respiradores
La revista médica Clinical Infectious Diseases publicada por la Universidad de Oxford, realizó una investigación con hámsteres. Los animales que se encontraban en una jaula protegida con el material comúnmente utilizado para elaboración de mascarillas quirúrgicas, además de contagiarse menos que aquellos que no contaban con protección, presentaron síntomas más leves ante la infección.
Por otro lado, se tiene el registro de un brote de COVID-19 en un crucero argentino, donde se les suministró a los pasajeros mascarillas quirúrgicas y al personal de la tripulación respiradores N95. El resultado de la tasa de contagio de pacientes asintomáticos fue del 81%, mientras que en otros cruceros donde también hubo brote de coronavirus y no se implementó en uso obligatorio de mascarillas, la tasa de infección de asintomáticos fue del 20%.
Estos casos podrían respaldar la hipótesis de la efectividad de las mascarillas y respiradores N95 para mitigar los efectos y síntomas del virus COVID-19 en personas contagiadas, además, en los países donde se ha mantenido la medida de uso obligatorio de estos elementos, pese a levantarse otras medidas, la tasa de mortalidad se ha mantenido baja.
Las mascarillas siguen siendo una medida importante de prevención mientras llega la vacuna
Cabe resaltar que el éxito de una posible vacuna no solo radica en prevenir el contagio de Covid-19, además, un propósito secundario incluye disminuir en la mayor medida posible los síntomas agravantes de la enfermedad, ya que, al ser una enfermedad leve y con mínimo riesgo de mortalidad, significaría esto una victoria para el sistema de salud pública.
Aun se necesitan más pruebas para corroborar esta hipótesis, se requieren nuevos estudios donde se compare el impacto del uso de mascarillas en poblaciones donde esta medida sea obligatoria, y en áreas donde no.
Hasta el momento, se sabe que para combatir la pandemia se necesita tanto reducir las tasas de transmisión, como aminorar la gravedad de la enfermedad, en este caso, una vez comprobada la teoría, en uso de respiradores y mascarillas podría beneficiar estos dos componentes.